Hola a
todos, he vuelto con más y mejores artículos sobre la salud diaria.
En la
consulta ortopédica es cada día más común encontrar pacientes que acuden por
dolor muscular crónico donde los laboratorios y rayos X son normales. La
desesperación del paciente ante tratamientos que no mejoran el dolor y la
disminución en la calidad de vida se vuelve un problema de salud pública.
Antiguamente
este tipo de anormalidades era asociado a histeria o aún a “somatización”. De
hecho, a mediados del siglo XIX este padecimiento se conocía como “neurastenia”
o “reumatismo muscular”. Ya en 1904 se le acuño el término “fibrositis” pero fue
hasta 1990 que el Colegio Americano de Reumatología (ACR) acuño el término
FIBROMIALGIA para esta patología que asocia trastornos del sueño y dolor
generalizado.
Pero ¿qué es
la famosa fibromialgia? Pues es una enfermedad relativamente común que afecta
entre 4 y 10 millones de pacientes solamente en EUA, así como el 2% de la
población en México siendo más frecuente en la mujer que en el hombre en una
proporción de 7-10:1. Las mujeres entre la cuarta y quinta década de la vida
son las más afectadas. Se trata de una condición no articular caracterizada por
dolor muscular crónico e idiopático que
se asocia con sensibilidad aumentada, fatiga, sueño no reparador y rigidez.
Y algo más
que debemos saber es ¿por qué viene la fibromialgia? Bueno, en realidad no
existe un mecanismo completamente identificado ya que en algunos pacientes se
ha encontrado una recurrencia entre padres e hijos pero esto no ocurre siempre.
También se ha asociado a otras enfermedades (artritis reumatoide, síndrome de
fatiga crónica e hipotiroidismo). Se sabe que existe una sensibilización anormal
del dolor a nivel del sistema nervioso central (médula espinal y cerebro) con
niveles anormales de sustancias llamadas neurotransmisoras hacia los centros de
dolor en el cuerpo; o sea, que el estímulo de dolor se siente de forma distinta
y aumentada.
Diagnosticando la fibromialgia
En muchos pacientes el diagnóstico de fibromialgia es
tardío y esto se debe a que es un padecimiento de diagnóstico clínico. No
existen estudios de laboratorio o imagenología que muestren alguna anormalidad.
Pero, ¿entonces como diagnosticamos la fibromialgia?
Clínicamente, al estudiar la
historia clínica del paciente, se trata de una persona con algún tipo de
alteración en el ciclo se sueño (apnea, insomnio o interrupción en el ciclo de
sueño), dolor muscular progresivo y crónico que ocasiona contractura muscular y
usualmente se acompaña de otros padecimientos como ansiedad, migraña, síndrome
de colon irritable, gastritis, cistitis intersticial, vulvodinia, síndrome
témporomaxilar, fatiga crónica y/o sensibilidad articular.
La ACR dice que, en la exploración física se deben
buscar al menos 11 de 18 puntos anatómicos dolorosos (puntos gatillo) con dolor
muscular por lo menos de 3 meses de evolución. También pueden presentar un
aumento generalizado del dolor al ser tocados en cualquier parte del cuerpo
(alodinia) lo cual se vuelve frustrante para el paciente ya que no soporta los
abrazos o ser tocado.
Se recomienda investigar otros síntomas asociados al
dolor en la fibromialgia como las contracturas musculares, fasciculaciones y
tics, cefalea y migraña, síndrome temporomadibular, alteraciones de memoria y
concentración, fatiga, alteraciones del sueño (insomnio, despertar nocturno,
síndrome de las piernas inquietas), alteraciones en la presión arterial,
vértigo, palpitaciones y rigidez muscular.
El dolor y alteraciones de sueño, un
círculo vicioso
El agotamiento es significativo y corresponde a una
falta de sueño. El dolor crónico ocasiona un sueño no restaurador del sistema
nervioso que a su vez aumenta los síntomas dolorosos por contractura muscular.
¿Quién puede tratar la fibromialgia?
Idealmente dos especialistas son los encargados de
tratar la fibromialgia, uno es el reumatólogo y el otro es el ortopedista. Sin embargo, este padecimiento puede ser
diagnósticado por el médico internista también.
¿Cuál es el tratamiento de la fibromialgia?
Hay que entender que, pese a conocer algunos
mecanismos de la enfermedad, no existe una cura para la misma ya que aún no
acabamos de entender su origen. Sin embargo, se considera que los 3 objetivos
en el tratamiento de fibromialgia incluyen mejorar el sueño, suprimir o
disminuir la fatiga y quitar o modular el dolor.
Dicho tratamiento incluye medidas farmacológicas y no
farmacológicas.
Farmacológicas (medicamentoso)
Dentro del
manejo farmacológico se utilizan:
1. Antidepresivos:
Los utilizados principalmente son los de tipo tricíclico que han mostrado una
gran mejoría tanto para el manejo del sueño como para el dolor. También se
están utilizando inhibidores de la recapturación de la serotonina.
2. Los
medicamentos neuroreguladores funcionan parcialmente en el manejo del dolor
siendo utilizados principalmente la pregabalina y la gabapentina.
3. Opioides:
Ya que los analgésicos normales tienen poco efecto sobre el dolor, se ha
investigado el uso de opioides de corta y larga duración con el tramadol, los
cuales muestran ser analgésicos eficaces.
4. Relajantes
musculares: Teniendo en cuenta que, la falta de sueño y dolor generan
contracturas musculares, los relajantes tienen un uso en los brotes agudos;
además de funcionar para mejorar el sueño.
5. Sedantes:
Se ha observado que el uso de medicamentos para dormir, pueden conservar el
ciclo del sueño siendo eficaces en el agotamiento crónico; sin embargo no
funcionan en el tratamiento del dolor.
No farmacológico
La
fisioterapia es parte del manejo agudo y crónico del paciente con fibromialgia.
Se debe corregir la postura, el equilibrio y mejorar el tono muscular
eliminando contracturas. El ejercicio físico es necesario para evitar recidivas
y complicaciones. Además de la fisioterapia es recomendable el realizar
ejercicio de tipo aeróbico, de bajo impacto. El objetivo, aumentar las
endorfinas (reduciendo el dolor), levantar el estado de ánimo y mejorar la
calidad de vida. Debe combinarse con estiramientos musculares. Se recomiendan
ejercicios de Pilates, yoga y acuáticos con agua cálida. Dicho ejercicio debe
ser moderadamente intenso (65 y 75% de la frecuencia cardiaca máxima o sea 210
– edad) dos a tres veces por semana. Es ideal evitar los ejercicios que puedan
producir dolor (box, karate, pesas)
Una parte
muy importante en el tratamiento es la educación del paciente con respecto a su
enfermedad. Debemos entender que la fibromialgia es una enfermedad crónica, con
recurrencias y que no se cura. El paciente debe identificar los factores que
desencadenan o aumentan su crisis como el frío, la humedad, el sedentarismo, el
exceso de ejercicio, el estrés físico o mental y las alteraciones del sueño.
La terapia
psicológica, principalmente conductual ha demostrado ser útil a fin de manejar
el nivel de estrés que complica parcialmente la fibromialgia.
Finalmente
pero no menos importante, existen terapias alternativas como la acupuntura.
Pocas investigaciones se asocian pero de ha observado que el uso de acupuntura
surte efecto en ciertos pacientes.
La conclusión
Puedo comentar que, la fibromialgia es un problema
común y difícil de entender y tratar ya que no muestra datos en los exámenes
tradicionales, limita la vida del paciente de forma progresiva si no es tratado
y no tiene cura.
Sin embargo con el apoyo adecuado y el uso correcto
de medicinas puede mejorar la calidad de vida disminuyendo el dolor y el
malestar general.
Recuerden que, si tienen dudas, pueden comunicarse
por esta vía conmigo. Quedo pendiente de cualquier duda. Saludos a todos y
bonita semana.
Referencias:
1. Rothenberg R. 2010 Physiopathology and
treatment of Fibromyalgia. Guide for patients and physicians. Fibromyalgia Frontiers 2010; 18
(1):1-10.
2. Fibromyalgia Association UK. Fibromyalgia
guidance for health professionals. 2009. UK.
3. Consejo de Salubridad
General. Diagnóstico y tratamiento de fibromialgia en el adulto. CENECET 2008.