¡He vuelto con más y mejores artículos!
Comienzo con uno muy a tono porque ya se acerca el año nuevo y la navidad. Es
decir que vienen los propósitos de bajar de peso y hacer más ejercicio para los
cuales de paso vienen las ofertas navideñas y los regalos.
¿Has decidido hacer deporte? Felicidades pero
ahora es momento de pensar en tu equipo para no lastimarte. Verán, ayer en mi
consulta llegó una joven de 27 años corredora de medios maratones y la cual
presentaba dolor e inflamación en sus rodillas desde hacía unos meses a la
fecha. A ver, levante la mano quien esté en la misma situación…
Mi primera pregunta fue ¿cuándo cambiaste tu
tenis por última vez? Sorpresa, sorpresa cuando me dijo que tenía un año o más
con el mismo calzado deportivo. Obviamente le pedí sus zapatos deportivos y los
observé pero además, como buena ortopedista revisé su arco plantar y tipo de
pisada. La joven con pisada neutra utilizaba un calzado especial para personas
con talón valgo. Obviamente al hacer esto la lesión a sus tobillos y rodillas
no debía hacerse esperar.
Es por ello que el título de hoy es “A correr
se ha dicho”.
Bien, lo primero que habría que determinar es
¿qué tipo de deporte va a realizar? A diferencia de hace 30 años cuando solo
existían en México los tenis Panam y los Puma (sin ser los Puma de ahora quiero
aclarar), en la actualidad la biodinámica del pie ha sido estudiada ampliamente
por varios de los fabricantes de calzado deportivo, siendo los más importantes
New Balance, Asics y Adidas. Ya previamente había hablado con ustedes sobre el
pie plano y la biodinámica del pie pero también en el deporte cambia esa
biodinámica por lo cual no es igual un zapato para correr (que tienen aire o
gel integrado para evitar el impacto), el zapato para ruta de montaña o
tracking (un calzado de suela gruesa y semirígida), el zapato para baile (que
suele tener una suela plana), etc…
Es sumamente importante determinar el terreno a
utilizar durante el entrenamiento para evitar de forma inicial molestas
ampollas y posteriormente lesiones que pueden comprometer no solo el
entrenamiento sino la función de por vida.
Cuando decides el tipo de deporte a realizar es
muy importante conocer qué tipo de pisada tiene. Eso se puede lograr acudiendo
previamente con un ortopedista o bien acudiendo a un centro especializado para
zapato deportivo alias “tenis”. Estos centros tienen la ventaja de tener un
plantoscopio (o podoscopio) que permite visualizar el pie en todo su esplendor
detectando alteraciones en los puntos de apoyo como lo son tener un pie plano,
insuficiencia metatarsal y asimismo, el tipo de pisada en base al talón. A esto
lo conocemos como pisada neutra, pronadora o supinadora. Bien, hasta ahorita
pudieron haber pensado que me paso en querer que aprendan sobre el corredor
pronador, neutro y supinador. Veamos una imagen y luego les explico.
Bien, el pie en su normalidad no debe llevar una
angulación de forma importante con relación al tobillo. Con ello, la pisada se
vuelve uniforme para recibir el impacto. El pronador usualmente presenta una
angulación del tobillo en valgo con lo cual el impacto suele residir en la cara
interna del talón y del pie; al momento de correr, el tobillo tiende a girar
hacia dentro para amortiguar el golpe. Sin embargo, cuando esta pronación es
demasiada, genera lesiones en el tendón de Aquiles y posteriormente en la
rodilla.
Por el contrario, el supinador es una persona
en la cual su tobillo tiene la tendencia a hacer una angulación en varo. Con
ello, el apoyo se realiza con la parte externa del pie. Esto puede generar una
tendinitis en el pie (también llamada
fascitis plantar), una lesión al tendón de Aquiles y a la rodilla.
La tecnología, que sigue creciendo cada vez más
y siempre pensando en el deportista, diseñó calzado específico para cada
pisada. En el caso del pronador presenta una cuña interna en la parte posterior
del zapato con el objetivo de levantar la parte interna del talón. En el caso
del calzado para supinador la cuña se encuentra en la región externa.
Ahora me dirán ¿Qué pasa si no tengo el calzado
idóneo? Bien cuando vamos al supermercado y vemos ciertos calzados en oferta y
son de marca, no podemos preguntarle al encargado ¿Qué tipo de calzado es? Porque
no lo van a saber. En ello radica la importancia de acudir a una tienda
especializada. En mi caso como ortopedista he podido observar corredores con
dolor intenso en la planta del pie por utilizar tenis neutros siendo
supinadores. También he observado pacientes con dolor en el tobillo por
utilizar tenis del mercado (o sea sin
arco integrado) siendo pacientes con pie plano y de paso, talón valgo (o sea
pronadores).
Pero bueno, en el caso de que tengan mucho
interés en reconocer uno y otro tenis lo cual puede servir para darse cuenta de
que no los engañan aquí una muestra de un zapato para pronador.
Pueden observar que la suela en su parte
interna es más alta que la parte externa. Si una persona que no tiene un talón
valgo los utiliza, podrán darse cuenta de que apoyan demasiado hacia el 5º dedo
del pie y hacia la parte externa del pie como si se fuera a doblar el tobillo
hacia dentro. Además, usualmente verán un cambio en el color en la suela, sea
en la parte lateral o en la región de la planta que marca de qué lado está la
cuña.
En el caso del supinador, observen el calzado.
Como pueden ver, la cuña está casi neutra pero
va hacia la parte externa del pie para levantarlo en esa zona.
Finalmente dentro de mi selección de calzado
deportivo, es muy importante que usted se sienta cómodo al utilizarlo. Existen
tenis de aire y tenis de gel. Pruebe ambos y decida el de su elección.
Mis recomendaciones o puntos finales y
resumiendo son:
·
Revise
el tipo de tenis que requiere en base al ejercicio que realizará
·
Los
tenis se cambian cada 6 meses ya que el gel o aire se adapta al pie y pierde su
función después de este tiempo. En caso de los corredores intensos, el cambio
deberá ser entre los 3 y 4 meses.
·
Son
sus tenis, no de su mamá, papá, o de los amigos. Así que no intentar llevarse
unos tenis que no sean de su total agrado solamente porque “son más baratos”
que los otros. Piense que durante 6 meses (periodo aproximado que dura un
calzado deportivo antes de deber cambiarse) serán sus compañeros de batalla y
si no se siente a gusto con ellos abandonará la carrera antes de empezarla.
·
No
se le ocurra correr maratones en las primeras semanas de compra de tenis,
primero debe amoldarlos a usted.
·
Finalmente
un consejo para todos; efectivamente los tenis parecen un lujo. Su costo va de
los 1,200 pesos (en oferta) hasta los 3,000 o más. Si va usted a un mercado o
supermercado puede encontrar unos que a simple vista son “iguales” pero la
diferencia radica en la parte interna. Esos tenis no tienen arco, ni gel, ni
túneles de aire, no amortiguan los golpes y quien los utilice será candidato a
mi consultorio por dolor. Como dicen “lo barato sale caro”. Es preferible
buscar comprarlos cuando hay oferta o bien en un outlet especializado para
zapatos deportivos.
Y ahora sí, no tiene pretexto, levántese de la
computadora y vaya a ejercitarse. Saludos y nos vemos en la próxima.